top of page
Ricardo De La Blanca

LA SUERTE DEL MENSAJERO

Por Ricardo De La Blanca | junio 9, 2020


Mi trabajo me ha permitido el privilegio de conocer personas en todo el mundo, aprendiendo cada día de nuevas culturas e industrias, pero para ser honesto tenía tiempo que no encontraba a alguien con un espíritu más joven y positivo, que el buen amigo, Andrea Host-Ivessich, actual socio de Deus y futuro alcalde de Milano.


Esta fantástica persona me compartió una de sus más lindas experiencias de vida: “ser mensajero”. ¿Y por qué digo esto? Justamente por la ironía que representa. Para la mayoría de las personas, el ser mensajero no significa la posición soñada o el trabajo perfecto, pero Andrea lo convirtió en eso, gracias a la “actitud correcta”.


En medio de una entrevista, me comentó haber tenido que irse de Milano por un tiempo, buscando progresar. El destino fue Londres. Al ser muy joven y necesitar recursos para vivir, decidió tomar el único trabajo disponible: “Mensajero”. Pero es en su relato que se descubre la magia…


“Ricky, imagina la suerte que tuve, ¡era mensajero en Londres! O sea, ¡me pagaban para pasear y conocer la ciudad!”. ¿Pueden ustedes imaginar una mejor manera de ver un momento que esta? ¿Existe? Porque yo creo que no. Qué belleza ver cómo una actitud puede transformar algo de normal a magnífico, de sacrificio a disfrute, de castigo a salvación.


De eso se trata la vida. De saber mirarla, de saber entenderla y sacar siempre lo mejor de ella. Cualquier otro se hubiera estado quejando porque lo ponían a dar vueltas por las esquinas más recónditas, pero él feliz me decía: “Gracias a esa oportunidad conozco Londres como nadie más”.


Estamos constantemente rodeados de gente hermosa, de momentos mágicos, de situaciones inéditas. Enfoquemos nuestra mente, nuestras almas en las cosas buenas, positivas. No perdamos un solo segundo pensando en nada más.


Nuestras mentes tienen el poder de hacernos felices o infelices

Yo siempre elijo ser feliz… ¿y tú?



 

English version

The Messenger’s Luck


My work has granted me the privilege of meeting people from all over the world, learning every day from new cultures and industries. However, to be honest, it had been a while since I met someone with a younger and more positive spirit than my good friend Andrea Host-Ivessich, current partner at Deus and future mayor of Milan.


This incredible individual shared with me one of his most beautiful life experiences: “being a messenger.” And why do I say this? Precisely because of the irony it represents. For most people, being a messenger is far from a dream position or an ideal job, yet Andrea turned it into just that, thanks to the “right attitude.”


During an interview, he mentioned that he had to leave Milan for a while, seeking growth opportunities. The destination was London. Being very young and needing resources to support himself, he decided to take the only job available: “Messenger.” But it’s in his recounting that the magic unfolds…


“Ricky, imagine how lucky I was, I was a messenger in London! I mean, they paid me to wander around and explore the city!” Can you imagine a better way to look at a moment than this? Does one even exist? I believe not. How beautiful it is to see how an attitude can transform something ordinary into something magnificent, from sacrifice into enjoyment, from punishment into salvation.


This is what life is about—learning how to look at it, how to understand it, and always drawing the best out of every situation. Anyone else might have complained about being made to wander through the most hidden corners, yet he happily told me: “Thanks to that opportunity, I know London like no one else.”


We are constantly surrounded by wonderful people, magical moments, and unique situations. Let’s focus our minds and souls on the good and positive things. Let’s not waste a single second thinking of anything less.


Our minds have the power to make us happy or unhappy.


I always choose to be happy… And you?


 





Comentarios


bottom of page